Inauguramos esta sección con un recientísimo articulo publicado en la revista científica frontiers in Physiology, donde se ha analizado el efecto del ejercicio hipóxico en el metabolismo energético durante las horas posteriores a la finalización de dicho ejercicio.
Para ello, se examinó la oxidación del sustrato energético antes, durante, del minuto 40 al 60 post ejercicio, y a las 22h, de un grupo de sujetos tras haber pedaleado durante 60 minutos a dos diferentes concentraciones de oxígeno 20.9% (normóxia) y 15% (hipoxia).
Los 7 participantes (26 años de edad) completaron ambos ensayos en orden aleatorio con un período de separación entre ambos de 7 días
El gasto energético en reposo tras el ejercicio se elevó inicialmente tanto en normóxia como en hipoxia (Δ 0,14 kcal/min y Δ 0,19 kcal/min respectivamente), aunque regresó a los niveles basales a la mañana siguiente en ambas condiciones. Aunque la carga de trabajo absoluta en ambas condiciones fue la misma (157 W), tras el ejercicio en hipoxia se produjo un cambio en la oxidación del sustrato en reposo mientras que las mediciones posteriores al ejercicio en normoxia fueron similares a las basales.
El estrés metabólico adicional de la exposición a la hipoxia fue suficiente para aumentar la velocidad de oxidación lipídica (Δ 42 mg/min) y tendió a suprimir la oxidación de carbohidratos (Δ -55 mg /min) entre el minuto 40 y 60 después del ejercicio.
Este cambio en la oxidación del substrato, persistió a la mañana siguiente, donde la oxidación lipídica se mantuvo elevada (Δ 9 mg/min) y la oxidación de carbohidratos se suprimió (Δ -22 mg/min).
La conclusión de este estudio es clara, el ejercicio en hipoxia normobárica a una intensidad moderada altera el metabolismo energético post-ejercicio.
Esta es una consideración sumamente importante al evaluar las consecuencias metabólicas de la exposición a la hipoxia durante el ejercicio prolongado, y en el futuro, nuevos estudios deben evaluar su papel en los efectos beneficiosos del entrenamiento hipóxico observado en personas con obesidad y resistencia a la insulina.
De igual manera, estas nuevas evidencias suponen la confirmación de la validez de esta estrategia de entrenamiento de la que se pueden beneficiar muchos deportistas de disciplinas en las que el control y mantenimiento del peso corporal es un factor clave en su rendimiento.