El estudio al que hacemos referencia en esta ocasión, examinó los efectos del entrenamiento hipóxico intermitente (IHT) llevado a cabo bajo condiciones de hipoxia severa y con recuperación en normoxia en las capacidades aeróbicas/anaeróbicas a nivel del mar y en las variaciones hematológicas.
De acuerdo con un diseño aleatorizado doble ciego, 15 corredores de resistencia altamente entrenados, completaron un plan de entrenamiento de 6 semanas con 3 sesiones por semana que consistieron en carreras intermitentes (6×5′ rec:5′) en una cinta al 80- 85% de la velocidad aeróbica máxima.
9 atletas (grupo hipóxico, HG) realizaron las series de ejercicio bajo una concentracion de oxígeno de entre un 10.6% y un 11.4%, mientras que los 6 atletas restantes (grupo normóxico, NG) realizaron el mismo entrenamiento en condiciones normales.
El tiempo de carrera hasta alcanzar el agotamiento a la velocidad correspondiente al 95% de la velocidad aerobica maxima aumentó significativamente en el grupo de hipoxia HG mientras que no se encontró ningun efecto en el grupo de normoxia NG. En cuanto a la velocidad aeróbica máxima, no se encontraron efectos significativos en ninguno de los grupos de entrenamiento
Además, la disminución del rendimiento de salto en una prueba maximal de salto vertical continua durante 45 segundos (es decir, índice de capacidad anaeróbica) tendió a ser menor en el grupo de hipoxia en comparación con el de normoxia
Los niveles de los parametros hematológicos estudiados, incluido la eritropoyetina y el hematocrito, no cambiaron significativamente en ninguno de los dos grupos
Estos resultados destacan que este protocolo de entrenamiento hipóxico intermitente puede inducir efectos adicionales sobre el rendimiento aeróbico sin comprometer el índice de capacidad anaeróbica en atletas altamente entrenados.
Lo novedoso de este estudio es que el grado de hipoxia (simulando altitudes por encima de los 5000m) utilizado por el grupo de hipoxia a la hora de realizar el ejercicio es mucho mas alto que en la gran mayoría de estudios realizados hasta la fecha y en los que las altitudes simuladas utilizadas fueron mucho mas moderadas. Estos resultados hacen replantearnos las recomendaciones actuales sobre la idoneidad de la «carga» de hipoxia a la hora de buscar adaptaciones al entrenamiento adicionales en deportistas.